*Alcaldesa se negó a colaborar desde el principio de la contingencia vial.
*Después buscó pasar por heroína ante el conflicto.
Fue una negligencia absoluta de la presidente municipal y de funcionarios de su administración, lo que provocó el colapso de vialidades y las carreteras de acceso al puerto, el jueves de la semana anterior.
La problemática tuvo su origen el miércoles en una falla de la Terminal SSA México, lo que generó lentitud en los ingresos al recinto fiscal.
Conforme los accesos de vehículos al puerto se complicaban, fue aumentando la fila de camiones de carga pesada en espera de atención y con ello, la situación produjo también complicaciones al resto de conductores tanto en las calles municipales como en las carreteras de ingreso al puerto.
Por la mañana del mismo día, autoridades portuarias, federales y municipales sostuvieron una reunión a la que acudió la presidente municipal, Griselda Martínez, asistida por el director de Tránsito y Vialidad municipal, Hendel Vizcarra, suscitándose algunos desacuerdos que terminaron en el retiro abrupto de la alcaldesa y su colaborador, quienes ordenaron a su personal de vialidad, no colaborar en la solución del conflicto vial.
Esto provocó que la fila de vehículos en espera de entrar al puerto, alcanzara proporciones insólitas paralizando de hecho a gran parte del Estado.
La orden de la presidente municipal de no participar en el desahogo de vehículos canalizándolos a calles aledañas al puerto y de dejar que imperara el caos dentro de la ciudad, colapsó el muncipio desde la mañana del jueves.
Las calles se saturaron y los camiones de carga pesada se acumularon hasta que las filas llegaban al crucero de Tecomán, causando el natural descontento que se dio a conocer en todos los medios de comunicación.
Al mediodía del jueves, al percatarse la presidente municipal de que era indispensable apoyar a las autoridades portuarias en beneficio de la ciudadanía, lejos de ofrecer su colaboración, realizo una transmisión en vivo culpando al puerto y a las autoridades federales de lo que su propia omisión provocó.
Entonces, más allá de aportar soluciones, asumió una actitud politiquera, acusando sin ton ni son del caos a otras autoridades y haciéndose pasar por heroína ordenando llevar agua y alimentos a las personas que sufrieron el embotellamiento por culpa suya.
Ensimismada en su terquedad, Griselda Martínez mandó gente a repartir agua a los conductores, y para que tomaran fotos del colapso, haciendo creer a los manzanillenses que estaba apoyando, cuando en realidad fue la última autoridad en aportar algo ante el problema.
La Administración del Sistema Portuario Nacional, dependiente de la Secretaría de Marina, es una institución que privilegia sobre todas las cosas las acciones en favor de los mexicanos y lucha día con día para servirlos con decoro y honradez, y por ende, repudia cualquier hecho que de manera aviesa y perversa perjudique a los ciudadanos.